7 claves para elegir el mejor psicólogo de Collado Villalba en la Sierra de Madrid
Buscar el mejor psicólogo de Collado Villalba, en la Sierra de Madrid, en tu ciudad o tu zona puede ser una tarea complicada. Hay personas que desconfían por una mala experiencia anterior, otras que sin tener referencias no saben muy bien cómo buscar, o bien que haya muchas opciones en la zona y no sepas cuál elegir. Por ejemplo buscar un psicólogo en Madrid capital puede ser muy complicado.
Es por ello que en las siguientes líneas voy a darte algunas claves para ayudarte a elegir:
1. Profesionalidad
Esto es clave y lo primero que debes mirar. Un psicólogo es un profesional titulado que debe estar colegiado para ejercer. Así que lo primero es cerciorarnos de que estamos ante un psicólogo “de verdad”. Normalmente el psicólogo anuncia su número de colegiado en su publicidad. Parece mentira, pero en internet puedes encontrar personas que sin ser psicólogos se anuncian como psicoterapeutas o bien usan algún eufemismo.
Por otra parte, el psicólogo para ejercer en el ámbito sanitario debe contar con una habilitación, bien la especialidad PIR de clínica o la habilitación de Psicólogo General Sanitario. Digamos que estos requisitos sirven para saber que estamos ante un profesional formado para poder diagnosticar y tratar en el contexto de salud.
Además, las consultas o centros de los psicólogos que ejercemos en el ámbito sanitario tienen que estár autorizadas como Centros Sanitarios y por tanto estar inscritas tal y como exige la normativa sanitaria vigente en el Registro de Centros Sanitarios de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid
Esta información debe estar publicada en la web del centro de psicología. Nuestra consulta de psicología de Collado Villalba está registrada con el número de centro sanitario: CS15574.
2. Formación
Además de la licenciatura o grado, un psicólogo debería de tener una formación de postgrado especializada en los ámbitos que intervenga . También debe estar en constante formación. Esto es importante porque nos asegura estar ante un profesional que tiene un abanico amplio de técnicas para ayudarnos.
Sin embargo, hay determinadas areas de intervención psicológica, como los procesos de coaching, en que no es obligatorio ser psicólogo. No obstante, mi recomendación es que cualquier intervención psicológica sea llevada a cabo por un psicólogo, ya que su base formativa va a ser mucho más profunda y amplia que alguien que ha estudio derecho, por ejemplo.
3. Elige el psicólogo no el centro
Si acudes a un centro de psicología donde trabajan varios psicólogos elige aquel que más se adapte a tus circunstancias. Lo importante es el psicólogo no el centro de psicología.
4. Mundología
La psicoterapia en cierto modo es un arte que necesita un buen artista. Dado lo complejo del ser humano, además de estudios, técnicas, etc, que son imprescindibles, un buen psicólogo necesita también Mundología, palabra inventada por una buena compañera mía. Y ¿qué es la mundología?. Pues simplemente tener una amplia experiencia vital, haber vivido multitud de experiencias y haber podido aprender de ellas. Es lo que normalmente llamamos sabiduría.
Seguramente es más fácil entender los problemas de los padres con los hijos si eres padre, porque muchos problemas con los hijos son comunes a todos los padres. O si has trabajado en empresa en un puesto directivo, entenderás mejor los problemas de los directivos. Esto no quiere decir que sino has pasado por esa experiencia no puedas trabajar sobre ese problema, pero es cierto que una variada y rica experiencia vital proporciona al psicólogo una amplia perspectiva del mundo y de los problemas de las personas.
5. Eficiencia
Un buen psicólogo quiere que los cambios se produzcan en el menor tiempo posible, y si puede ser desde la primera sesión. No quiere crear dependencia en el cliente sino ayudar a este a que descubra y confíe en sus propios recursos. Por tanto, la intervención, ya sea un proceso de terapia, coaching, etc., ha de tener unos objetivos y una previsión aproximada del tiempo necesario para alcanzar estos.
Bajo mi punto de vista no tiene mucho sentido, y nunca lo entenderé, la venta de sesiones por bonos como si una consulta de psicología fuera un gimnasio. Cuando se entra en un proceso de psicoterapia o coaching hay que llegar hasta el final, no se puede quedar a medias y tampoco hay que hacer más sesiones de las necesarias. Si el protocolo de tratamiento del ataque de pánico por ejemplo es de 12 sesiones ¿para qué los bonos entonces?. Si el motivo es la adhesión del cliente al tratamiento, debe de ser nuestro trabajo el que le fidelice, no que se sienta obligado porque haya comprado un bono. Cuando un cliente decide abandonar porque no le gusta nuestra trabajo pues hará muy bien ¿por qué intentar retenerle con un bono?.
En resumen, busca un psicólogo que trabaje con técnicas de terapia breve o que pueda orientarte sobre el número de sesiones aproximadas necesarias.
6. La primera sesión no es la sesión explicativa y no debería ser gratuita
La primera sesión es quizá la más importante, donde se comienza la relación y se empieza a trabajar el cambio. No aprovechar esto es un error, porque perdemos un tiempo precioso.
Una sesión informativa, que es lo que suele ser la sesión gratuita que ofertan muchas consultas, y que se ofrece más por marketing que por utilidad real, es una conversación sobre precios, sobre si trabajamos o no determinado problema, el enfoque de tal terapia y poco más, o sea que se puede hacer perfectamente por teléfono en una charla de 10 a 20 minutos máximo.
La primera sesión es muy importante y muy valiosa.
7. Un buen psicólogo no basa su trabajo exclusivamente en hablar
Normalmente, aunque las palabras tienen magia y son poderosas, también es necesario hacer algo más además de hablar. Los mejores resultados se obtienen de la suma del trabajo en consulta y el trabajo en casa que el psicólogo prescribe para la vida diaria.
Pregunta al psicólogo cómo trabaja.
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